Presidnete de Nicaragua, Daniel Ortega. Archivo DEM


El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, advirtió el viernes que los nicaragüenses que promueven sanciones de otros países contra su gobierno "han perdido el derecho" a participar en las elecciones del próximo año, en una clara alusión a sus opositores.

El gobernante socialista envió de urgencia a la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, un proyecto de ley que plantea que quienes "inciten a la injerencia extranjera" o que "demanden, exalten o aplaudan la imposición de sanciones (...) no podrán optar a cargos de elección popular".
Aquí el que no defiende a Nicaragua y pide sanciones en contra (...) perdió el derecho de optar a cargos públicos cuando vengan elecciones; ni que sigan peleando por buscar candidatos porque las leyes no lo permiten". dijo Ortega durante un acto de graduación de cadetes de la policía.

Aún no se ha informado cuándo será debatida la iniciativa en el Parlamento.

El presidente socialista, que lleva en el cargo desde 2007 y podría postular a un cuarto mandato consecutivo en las elecciones de noviembre de 2021, se quejó porque la oposición "celebra" cada vez que se anuncia una sanción internacional contra su gobierno.
Esos no son nicaragüenses, no sé como se les ocurre pensar que con esa actitud van a participar en una elección", comentó. "Son terroristas, son criminales y vende patria, porque siguen pidiendo mas sanciones". recriminó Ortega a la oposición, la mayoría de ella extra parlamentaria.

Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones a funcionarios, familiares de Ortega e instituciones señalados de corrupción y violación de derechos humanos en el contexto de las protestas que estallaron en 2018.

Según organismos de derechos humanos locales e internacionales, las manifestaciones dejaron más de 320 muertos, miles de exiliados y detenidos.

Esta semana, el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Michael Kozak, aseguró que Estados Unidos mantendrá la presión sobre el gobierno sandinista de Ortega, más allá del cambio de mando en la Casa Blanca en enero.

Durante la gestión de Donald Trump, Estados Unidos endureció sanciones contra Nicaragua y sus aliados socialistas Venezuela y Cuba, a los que llamó "la troika de la tiranía", acusándolos de antidemocráticos.